Grutas de García

Las Grutas de García son consideradas como uno de los atractivos naturales más importantes de México y es uno de los atractivos turísticos más visitados de Nuevo León.Se encuentran localizadas en el municipio de García, Nuevo León, México, a unos 30 km de la ciudad de Monterrey por la carretera a Saltillo con salida a García.    
Las grutas están rodeadas por un paisaje desértico y rocoso en el que existen numerosas cavernas. Son una extensa serie de galerías con una antigüedad de entre 50 y 60 millones de años. Poseen una longitud total de 300 metros y una profundidad máxima de 105 metros. Durante épocas prehistóricas estuvieron sumergidas bajo el mar. Por esta razón, en sus partes se pueden observar restos de fósiles marinos, como conchas y caracoles. Se puede acceder a ellas por medio del teleférico que, tras un ascenso de 80 metros, conduce a la entrada de las grutas.
Saliendo de Monterrey por la carretera 40 a Saltillo, Coahuila, se encuentra la desviación hacia el municipio Villa de García, Nuevo León, cuya cabecera se sitúa a 30 km de la capital del estado.

Villa de García es un tranquilo pueblo de provincia cuyo principal atractivo reside en sus sorprendentes y fascinantes Grutas de García, localizadas a sólo 9 km de la población.

En el Cerro del Fraile, a 750 metros sobre la carretera y 1 080 sobre el nivel del mar, se encuentra la entrada de una de las cavernas de México, cuya edad se estima entre los 50 y 60 millones de años aproximadamente.

Las Grutas de García permanecieron ocultas durante miles de años y en 1843 fueron descubiertas por el sacerdote Juan Antonio Sobrevilla, quien durante una excursión dio casualmente con ellas. La primera exploración espeleológica fue llevada a cabo por Ignacio Marmolejo.

Están rodeadas por un paisaje desértico y rocoso en el que existen numerosas cavernas; poseen una longitud total de 300 metros y una profundidad máxima de 105 metros. Durante épocas prehistóricas estuvieron sumergidas bajo el mar, por eso en sus partes se pueden observar restos de fósiles marinos, como conchas y caracoles.

Para llegar a la boca de las grutas pueden seguirse dos rutas: la más fácil y rápida es tomando el funicular que tarda 10 minutos y constantemente sube y baja visitantes al lugar; la segunda implica el gusto por el ejercicio al aire libre, así como una mayor disponibilidad de tiempo, pues consiste en el ascenso a pie por un camino perfectamente acondicionado.

Una vez que se alcanza la entrada de las grutas, pueden realizarse dos trayectos diferentes: el primero y más largo tiene una duración de dos horas, durante las cuales se recorre una distancia de 2.5 km y se visitan los 16 salones del interior, el segundo es de 45 minutos y se camina sólo un kilómetro por el interior de las grutas.

Para ambos es recomendable usar ropa y zapatos cómodos, pues el interior de las cavernas incluye el ascenso y descenso de un buen número de escalones. Además la temperatura promedio en el interior de las grutas es de 18°C durante todo el año; así, en verano no se siente calor y en invierno no hay frío.

Se pueden observar las impresionantes formaciones rocosas que llenan el espacio de los salones y los guías ofrecen interesantes comentarios sobre la historia del lugar. Asimismo, brindan imaginativas explicaciones sobre los nombres dados a las caprichosas figuras formadas por las estalactitas y estalagmitas esculpidas por la naturaleza.

Algunas de las salas más famosas por su hermosura y espectacularidad son: “El salón de la luz”, iluminado por un haz de claridad natural que proviene de un orificio en el techo de la caverna; “La octava maravilla”, formación en la que se unen una estalactita y una estalagmita para completar una columna; “El salón del aire”, donde se encuentra un balcón de 40 m de altura con una espléndida vista y “El mirador de la mano”, desde el que se contempla una sorprendente estalagmita con forma de mano.

También existen numerosas estructuras realmente fascinantes debido a la conformación de las rocas y a la magnífica iluminación de las grutas, como “El nacimiento”, “la fuente congelada”, La torre china”, “El teatro” y “El árbol de Navidad”.

Además de las grandezas naturales que se aprecian en el interior de las cavernas, el paseo a las Grutas de García puede complementarse con la visita al centro recreativo adjunto, el cual cuenta con alberca, restaurante, áreas de descanso y de diversión.




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